Reflexiones con Neruda

Puede que no esté bien o que haya alguna que otra falta de ortografía. Pero es lo que tiene escribir al vuelo, sin pensar realmente lo que pones, sacando lo que sientes y plasmándolo en un papel para poder mirarlo después y pensar en lo estúpida que eres por sentirlo... y realmente no lo escribes para que nadie lo lea, pero como el cotilla ¬¬ quiso que lo pusiera pues ahí va. No es exactamente un relato, pero es algo que he escrito yo, que ya es suficiente.

Que lo disfrutéis. No espero que os guste ni que no os guste. Simplemente escribo para liberarme de los sentimientos que no quiero conmigo. Que por un momento podáis sentir, entender lo que yo siento...

"Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise"

Cambiando los géneros tenemos la frase perfecta para este estado de ánimo que me roe las entrañas. Porque le quise. Mucho. Demasiado. Y ahora que no le quiero me doy cuenta de ello. Le quise. Tanto que mis días no eran felices si no le veía al menos un instante. Le quería. Le buscaba. Anhelaba su compañía cuando acababa de irse. Buscaba sus pasos en las calles, rondando la soledad de mi amor imposible, intentando hacerme la encontradiza para guardar en mi corazón una mirada, un gesto, una palabra que me llenara el alma de alegría… le quise. Ya no le quiero.

Demasiado. Esa es la palabra para este sentimiento. Demasiado amor. Demasiada ceguera ante unos defectos tan grandes como los de cualquier ser humano. Demasiada abnegación de una chiquilla enamorada, dispuesta a tirarse de un puente sólo por él. Demasiada confianza en alguien que, por no estar preparado, acabó traicionándola, cogiendo el amor y devolviéndolo después.

“Es tan corto el amor y es tan largo el olvido”… sobre todo si no te lanzas a olvidar sino que te tiran. Y te caes. Caes en el pozo negro de la tristeza y flotas allí durante días, meses y a veces años, sin importarte realmente lo que pasa, sin molestarte en luchar para mantenerte a flote. Sola en la oscuridad de tu vida. Sola en la miseria y el silencio, deseando decirle a gritos al mundo que ya está bien de llorar, que ya basta de autocompasión porque tu vida es tuya y quieres comértela a bocados. Y que no importa si a veces lo pasas mal, porque de esas experiencias sales más fuerte y más sabia, y con muchas ganas de luchar para probarte a ti misma que tienes razón.

Pero esas intenciones se quedaban en eso, en intenciones. Seguía flotando en la oscuridad, desesperada por olvidar lo inolvidable. Sumida en la angustia de mis recuerdos. Encerrada en mi mundo, lamiéndome las heridas que no conseguía cuidar sola. Deseando desesperadamente que él volviera y que me dejara a partes iguales. Queriendo estar sola para así estar con él. Escuchando mil veces las mismas canciones y escribiendo mil veces los mismos sentimientos que pretendía expulsar de mi corazón

Así pasaban mis días. Sonriendo sin reir en realidad, deseando gritar para echar todo lo que llevaba dentro. Pensando que mi locura no tenía remedio si no estaba a su lado, sintiéndole cada vez más lejos y a la vez más cerca…

Y al final lo conseguí. Conseguçi volver a sonreírle a la vida y a decir “te quiero” sin miedo. Conseguí volver a ser yo, pero a cambio tuve que perderle a él. Y le extraño, no diré que no. Pero no iré a buscarle si él no vuelve. Porque aunque duela, hay cosas que es mejor dejarlas como están. O tal vez no. Tal vez no quiero que vuelva porque prefiero la ignorancia. Prefiero no saber si él también me echa de menos, si a veces piensa en mí y sonríe. Prefiero creer que saber. Seguir viviendo mi vida y, tal vez un día, mirar atrás y arrepentirme.

Ya no le quiero, es cierto. Pero le quise. Y a veces quiero creer que él también me quiso. Aunque duela pensar en ello aunque me estremezca al mirar atrás y ver en lo que me convertí… le quise. Pero ya no le quiero.


Sé que odias que haga estas cosas, porque te parece una estupidez escribir cuando puedo decírtelo si la casualidad nos cruza algún día. Sé que lo odias, pero aunque no te lo creas lo necesito. Necesito que sepas que te echo de menos como nunca extrañé a nadie. Porque eres mi amigo y siempre lo serás... porque sí y punto.

Comentarios

Hada del lago ha dicho que…
Pues sabes??? A mí me ha gustado, porque no se... cuando lo leo siento que lo ha escrito un corazón... que en su momento quiso, y ahora vuelve a querer. No siempre las cosas son como queremos, como soñamos o como nos las imaginamos... pero siempre hay que seguir adelante. Desconozco de que va la historia, y tampoco busco saberlo. Pero otro grande como Márquez decía: "Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque no sabes quien puede enamorarse de tu sonrisa".

Yo se de uno que sí lo ha hecho, non si deivid??? xDDDD

Un besiño chicos

P.D: tremenda parrafada...xd